jueves, 4 de junio de 2009

LA VILLANA Y YO

Hoy es un día caluroso, falta que la villana nos ponga a ese sol, ¡para que voy a negarlo! ¡Ella siempre me ha caído mal! Es una pesada, una bomba atómica, una dinamita, ¡Es que es más! Si, Freddy Crujen, Chuky y hasta la Máscara de la muerte la ven salen corriendo.
Rafa, me contó que pensaba sabotearle la clase, quería que yo le ayudará a poner una bomba de aire debajo del cojín de su silla, para que cuando se sentará sonará un estruendo y todo el mundo se burlará de ella.
Y así pasó… al cabo de unos minutos empezó a gritar como una loca, por todo arma un escándalo, por cualquier bobería, es mas gritona que la sirena de una ambulancia, ¡No se cansa de regañarnos! De algo si estoy segura, al paso que vamos terminaremos el año completamente sordos.
Ella decide separarnos de puesto y pone a Rafa al otro extremo del salón, para que no tengamos ningún tipo de comunicación. Sin embargo, nosotros nos las arreglamos para hablarnos enviándonos notas para planear el desquite contra la villana.
Pero no falta la crua, crua, cru0a…las niñas son así, dirán pobrecita la maestra que la verdad no era para tanto, que después de todo ella no era tan escandalosa.
La villana me mirará de reojo, como diciendo: “ yo sé que todo esto fue idea tuya, ahora prepárate, porque voy a mover el cielo y tierra hasta que logre hacerte perder el año.
Con lágrimas en mis ojos corrí hacia mi casa a buscar amparo en mis padres, y fuera de eso salí regañado, las personas mayores no entienden. Los adultos, si el jefe les cae mal, si se pone a contarle las llegadas tarde o les hace la vida un bonyogurt ¡Se buscan otro trabajo y asunto arreglado! Pero nosotros no, nosotros tenemos que quedarnos en la misma escuela pase lo que pase, aguantando a las maestras gritonas, aunque reventemos y cuando uno se queja siempre le contestan lo mismo ¡Algo habrás hecho tú! Sino fuera por Rafa, no se como hubiera podido resistir, pero ya no lo tengo al lado, porque según la villana nos pasamos el día entero conversando y no dejamos dar clase.
Y aunque yo le rogué que me dejara al lado de Rafa, que no íbamos a hablar más, de nada sirvió, nos separo ¡Es que esa mujer no tiene corazón!
Creo que cuando sea grande voy hacer un submarino, y entonces buscaré a la villana donde quiera que esté, la invitaré a pasar y cuando esté adentro la enviaré a lo más profundo del mar.
Allí encontrará una carta, donde le contaré todo lo que nos hizo sufrir a Rafa y a mí, esperando que reflexione, tal vez, hasta sienta lástima por ella y haga de nuevo otro submarino en donde Rafa y Yo, vayamos a buscarla y perdonarla.

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